La explotación de esta mina tiene una historia que recorre tiempos precolombinos, atraviesa los coloniales y republicanos para seguir haciendo historia hoy. Fueron los antiguos indígenas Muiscas quienes primero se beneficiaron de este enorme yacimiento de sal y se convirtieron en una de las sociedades prehispánicas más prósperas de su tiempo.
Esta acumulación salina en medio de la cordillera oriental colombiana se formó hace 70 millones de años cuando aún existía un mar interior que ocupaba toda la región. Al formarse la Cordillera Oriental, ese mar se secó y dejó un enorme depósito de sal sepultado por tierra y barro que se solidificó hasta llegar a la formación de rocas de sal.
El yacimiento de sal ha explotado desde antes de la colonia, por los Muiscas.
Los españoles la declararon “Ciudad de blancos” por decreto virreinal y posteriormente fue la sal la que financió las campañas libertadoras de Nariño y Bolívar que llevaron a la independencia de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, hace 200 años. Décadas después el escritor y Nobel de literatura Gabriel García Márquez inició su vida en las letras, cuando vivió en Zipaquirá.
La ciudad conserva muchas edificaciones de tiempos coloniales y una plaza principal (plaza mayor o de los comuneros), protegidas por la alcaldía. La arquitectura se destaca por sus balcones, ventanas arrodilladas y anchos muros. En una línea neo-colonial con influencia morisca está la Hospedería El Libertador, construida en 1948 muy exclusiva.
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